«Verdadero o falso, lo que de los hombres se dice ocupa en su vida, y sobre todo en su destino, tanto lugar como lo que hacen».
Víctor Hugo
Es preciso analizar esta frase enunciada por Víctor Hugo en las primeras páginas de "Los miserables", concretamente en "Fantine".
Vendría a significar aquello que constituye la reputación. De allí la frase: "Debo cuidar mi reputación". Sea esta verdadera o falsa, es algo que tiene un peso, significativo o no dependiendo del caracter de la persona. Aún así, la sentencia de Víctor Hugo es igualmente correcta ante los ojos de los demás, pero habría que hacer un paréntesis, ponerle unos asteríscos, cuando nos referimos al lugar que lo que se dice de alguien ocupa en la mente de ese alguien. Así úestas las cosas, solo queda otorgar valor a aquello que lo merece y no a dichos.
Esto, por supuesto, puede contrastarse con lo dicho en "Birdman, o la inesperada virtud de la ignorancia": "Una cosa es una cosa y no lo que se dice de esa cosa". A pesar de la redundancia (tal vez sea el doblaje latino tan venido a menos últimamente), no deja de tener razón, aunque, ya que vivimos en sociedad, debería darse cierta importancia a lo que se dice de uno, sin dejar de darle el lugar que se merece: solo como referencia sin influencia en nuestros actos.
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